Historia
															En el corazón de BIG CRACK COFFEE se encuentra una historia de amor por el café que se remonta a generaciones. Desde pequeño, mis padres siempre han tenido una cafetería.
Era una cafetería especial, con música de jazz, exposiciones de cuadros, tertulias, pases de modelos… Un concepto artístico que en los años 80 se salía de lo normal.
															Tenían la misma filosofía con los productos que ofrecían al público: cócteles especiales, cocina de mercado y, por supuesto, un café superior.
Tengo grandes recuerdos de cuando mi padre sacaba la carta de cafés y ofrecía un café jamaicano Blue Mountain. La cara de los clientes cada vez que lo probaban era de total asombro y satisfacción. El aroma de ese café me acompañó durante toda mi juventud. Así que decidí embarcarme en el mundo del barismo y el tueste del café.
															Mi primera opción fue abrir una cafetería con un solo pensamiento: “ofrecer un producto de calidad”. La segunda opción fue adentrarme en el mundo del tueste de café.
Así que aquí me veo, con una cafetería de especialidad y tostando mis propios cafés.
¡Un sueño cumplido!



